En ocasiones nos apresuramos a llamar a un cerrajero sin pensar las soluciones que podríamos utilizar nosotros mismos por el simple hecho de que es mucho más fácil, pero hay que recordar que también que puede salir mucho más costoso que solo pensar y reaccionar.
A todos alguna vez nos ha ocurrido que dejamos las llaves dentro de la casa, o las dejamos pegadas, o simplemente las perdemos. En ese momento no sabemos qué hacer, solo queremos entrar a nuestro hogar, así que recurrimos a llamar a cualquier cerrajero.
Buscamos en las guías telefónicas o en internet un cerrajero que no conocemos, pero si nos soluciona el problema estaremos felices. Hay que tener cuidado cuando hacemos esto ya que muchas veces ocurre que te dicen un precio y cuando te hacen el trabajo te dicen un monto totalmente diferente. Debes preguntar apenas llegue cuánto te cobrará por el trabaja y si es posible llamar solo a profesionales de confianza o recomendados por familiares y conocidos.
Muchas cerraduras son hechas por fábricas de renombre, pero con estándares de dudosa calidad y esto afecta el precio. Así que es mejor que pidas varios presupuestos a distintos cerrajeros informándoles que tipo de cerradura tienes para conseguir el mejor precio.
Recuerda antes de llamar a cualquier persona que alternativas tienes que te podrían funcionar para que luego no et arrepientas de haber gastado dinero por nada. Piensa si podrías entrar por alguna ventana, si alguna otra persona tiene copia de las llaves, entre muchas más cosas que nos suenan absurdas pero suceden más a menudo de lo que piensas.
Cuando dejas las llaves por dentro puedes intentar introducir un pastico duro y empujar la puerta es un método sencillo pero efectivo, si esto no funciona si debes llamar a un profesional. En cambio, si está difícil introducir la llave, no entra o no gira, lubrica el espacio con un spray en polvo de grafito para engrasar y ayude a la acción.